Distopías en tiempos de pandemia

Imaginen que la cuarentena se alarga. Imaginen que no somos capaces de reducir las cifras de contagiados, que los muertos siguen aumentando, que las UCIS siguen colapsadas. Imaginen que el confinamiento se prolonga un mes más y luego otro y otro… Imaginen que tenemos que pasar tres meses encerrados en casa, o seis, o incluso un año. ¿Seríamos capaces de hacerlo? ¿Qué ocurriría en nuestras cabezas? ¿Qué pasaría con nuestras vidas? ¿El mundo que dejamos hace solo un mes seguiría esperándonos?

Sí, estoy planteando un mundo distópico, ahora que está tan de moda por las series de televisión y películas que hemos visto, pero, ¿nos hemos parado a pensar que podría suceder? Si quince días nos parecían muchos y un mes algo casi insalvable, ahora nos dicen que el estado de alarma continúa quince días más y que seguirá habiendo prórrogas, quizá con medidas más suaves, pero en definitiva confinados en casa.

Todos sabemos que son medidas necesarias para evitar propagar la pandemia, pero también sabemos que cada semana que pasa aumenta la ansiedad, el miedo y la incertidumbre de millones de personas, no solo por el día a día que cada vez se hace más duro, sino también por el futuro incierto que nos espera y por las secuelas sociales que va a dejar este episodio tan traumático. 

A no ser que dispongas de un chalet amplio con jardín, no es fácil estar encerrado en casa con niños pequeños, con adolescentes o con ancianos. ¿Y qué pasa con las personas que viven solas? ¿Y las parejas que se odian? ¿Y los que se quedaron atrapados en un sitio que no es el suyo? ¿Cuál sería el límite de tiempo para estar confinados? ¿Podríamos acostumbrarnos a vivir así el resto de nuestras vidas?

Necesidades básicas para vivir confinados

¿Qué necesitamos para vivir confinados en casa? Bueno, en principio, y a tenor de lo que vimos los primeros días está claro: alimentos y muuuuuuuucho papel higiénico. Pero además necesitaremos electricidad, agua y algo que pocos se han parado a pensar pero que resulta ya imprescindible en nuestras vidas: Internet. Sin Internet nuestra capacidad de comunicación, información y gestión se recortaría mucho, así como el entretenimiento.

Con estos elementos y alguien que nos trajera la comida a casa, creo que la mayoría podríamos vivir confinados sin límite de tiempo. Por supuesto, está claro que un porcentaje de personas tendría que trabajar de manera presencial, pero serían una minoría. La gran mayoría de la población trabajaría desde casa, como está ocurriendo ahora.

Con todas las necesidades básicas cubiertas, el único problema sería el equilibrio mental y las relaciones sociales, pero ya hemos visto estas semanas cómo la gente se está adaptando a las quedadas virtuales, a los conciertos virtuales, al cine y al teatro virtual y también, aunque esto ya estaba más extendido, al sexo virtual. ¿Qué más queremos? 

La distopía de un confinamiento eterno

Podemos echar de menos el contacto humano, los bares, tener una conversación ‘face to face’ con alguien, ir de compras, hacer deporte al aire libre, asistir a un evento multitudinario o cualquier otra cosa que hiciéramos antes. Pero vivir, lo que se dice vivir, podríamos vivir confinados, otra cosa es la calidad de vida que tendríamos. 

Ahora, si por alguna razón nos faltara algunos de los elementos antes descritos, ya sea un trabajo para tener los mínimos ingresos, alimentos, electricidad, agua o Internet, entonces el confinamiento podría ser más complicado y sí que tendríamos algún que otro problemilla…

Algunas teorías conspirativas dicen que lo que estamos viviendo ahora mismo responde a una estrategia de las élites que dominan el mundo para crear un nuevo orden mundial, eliminar un porcentaje elevado de la población del planeta y mantener un control férreo sobre el resto para esclavizarlos y recortar todas sus libertades, algo parecido al mundo orweliano de “1984”.

Hay quien dice que el apocalipsis ya está en marcha y que el mundo tal y como lo conocíamos hasta ahora será un vago recuerdo. Hay quien dice que estamos en medio de una guerra biológica entre China y EE.UU para ser la primera potencia mundial. Hay quien dice que cada cierto tiempo debe haber una pandemia mundial porque es la manera que tiene la naturaleza de mantener el equilibrio planetario.

En cualquier caso, la mayoría de nosotros pensamos que en un mes o dos como mucho, poco a poco volveremos a la normalidad y, no sin dificultades, podremos reconstruir todo lo que la pandemia se ha llevado. Es lo más probable que suceda, o quizá no. Hace veintipocos días nadie imaginaba que las calles de todo el país iban a estar desiertas y que la poca gente que podías ver desde la ventana iba a ir con mascarilla y guantes, tampoco que veríamos pistas de patinaje sobre hielo o parkings subterráneos llenos de féretros… Pero bueno, también es posible que estemos un poco envenenados con tanta serie y película distópica, quién sabe.